Rosalía volvió a sorprender a sus seguidores tras su fugaz paso por Argentina, donde permaneció apenas unas horas y generó un auténtico furor entre fans. Antes de su visita al país, la cantante catalana reveló cuál es la condición personal que la acompaña desde hace años, un trastorno que influye en su rutina y también en su proceso creativo.

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Lo más llamativo no fue solo la revelación, sino también la explicación que dio sobre por qué elige no tratarlo, incluso frente a las recomendaciones habituales en estos casos. Con una sinceridad inusual, Rosalía compartió las razones detrás de esta decisión, despertando debate entre sus seguidores y especialistas en salud mental.

La confesión de Rosalía: cuál es el trastorno que sufre y por qué no lo trata

Rosalía confirmó en una entrevista que padece Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y contó cómo impacta en su vida cotidiana y en su trabajo creativo. La cantante relató que los ruidos del entorno le distraen con facilidad y que, por ahora, eligió no recibir tratamiento farmacológico, priorizando estrategias propias para canalizar su atención.

En el audio grabado en el metro de Nueva York la artista admitió: “Me distraen muchísimo los sonidos". A partir de esa constatación, explicó que prefiere aprovechar las cualidades asociadas al TDAH en vez de estigmatizarlas. Dijo que dejarse llevar por la distracción puede terminar convirtiéndose en fuente de ideas y energía creativa.

¿Qué es el TDAH, el trastorno que padece Rosalía?

El TDAH se suele asociar a la infancia, pero en adultos más del 60% de los casos persisten. En España la prevalencia adulta se estima entre el 3 y el 4%: muchos nunca fueron diagnosticados. Especialistas señalan que con frecuencia la detección llega tarde, cuando los hijos muestran síntomas y los padres reconocen su propio patrón.

Los efectos van más allá de “ser distraído”: dificultades para organizar tareas, cumplir plazos o sostener la atención en conversaciones. También aparecen impulsividad, inquietud interna y alternancia entre desatención y “hiperfoco” en actividades de interés. Estas manifestaciones afectan rendimiento laboral, relaciones personales y autoestima si no se abordan a tiempo con apoyo profesional o medidas compensatorias.